hola, soy Lucy
Soy ingeniera de profesión, así que la mayor parte de mis días paso en la computadora, pero cuando la cierro, encuentro mi tranquilidad en el bordado.
Única es un proyecto en el que intento que la creatividad y la responsabilidad se entrelacen para redescubrir el mundo textil, quiero redefinir mi concepto de "basura", y que este espacio sirva para hacer una pausa y reflexionar sobre nuestras elecciones como consumidores.
Me considero amante de aprender y experimentar, y espero que eso se refleje en cada cosa que hago.
¿Por qué Única Mirando?
Única mirando al mar del escritor Fernando Contreras es uno de mis libros costarricenses favoritos. En el texto, publicado en 1993, los personajes son excluidos de la sociedad porque han dejado de ser competitivos o productivos, se les ha 'desechado' como desechamos cualquier cosa que ya no nos resulta útil. El libro es, en parte, una reflexión acerca del consumismo, la producción y manejo de basura en Costa Rica.
Hoy, 30 años después, vivimos en un mundo más moderno, pero más acelerado, que sigue desechando todo sin pensar en dónde va a parar. El modelo de consumo actual está basado en una economía lineal y en la búsqueda constante de crecimiento económico, esto hace que esté asociado a la producción en masa, y a un crecimiento desmedido que tiene consecuencias negativas para el medio ambiente, la salud y la equidad social. Para mí, cada vez se vuelve más necesario cuestionar y reflexionar sobre mis prácticas de consumo, así como tomar elecciones conscientes en todo lo que impacte la vida de los demás.
A través de este proyecto, que es mi espacio de experimentación creativa, busco ofrecer productos únicos y de calidad, hechos con amor y responsabilidad, porque considero que conectar con la autenticidad que reside en el trabajo manual es un paso importante para sensibilizar y encaminar a la sociedad hacia un modelo de consumo más consciente, donde se promueva el respeto por la naturaleza y las personas involucradas, se exploren técnicas de producción de bajo impacto y se trabaje a nivel local para impulsar una economía circular y regenerativa.
En estos tiempos, comprar un producto local, hecho a mano, es un acto revolucionario y significativo.